¿Qué son la anafilaxia y el choque anafiláctico?

La anafilaxia es la manifestación alérgica más grave que existe. Se define como una reacción alérgica generalizada, que afecta a todo el organismo, de instauración rápida y que puede llegar a ser mortal. Puede llegar a ser grave, produciendo síntomas respiratorios como la falta de aire, o síntomas cardiovasculares, con caída de tensión y pérdida de conocimiento.

Cuando la anafilaxia sucede con afectación cardiovascular y bajada de la presión arterial, se denomina choque anafiláctico.

¿Qué hacer ante una anafilaxia?

Si ocurre en la calle:

  • Interrumpir la exposición al alérgeno causal si es posible.
  • Colocación de piernas en alto (posición en trendelenburg), salvo en caso de vómitos que debe girarse la cara hacia un lado, al igual que las mujeres embarazadas colocadas de lado izquierdo.
  • Hay que dejar la vía respiratoria permeable, que pase el aire con la respiración y ver su estadio cardiocirculatorio, por si precisase maniobras de resucitación cardio-pulmmonar.
  • Si se asocia con asma debe administrarse un inhalador.
  • Si no hay respuesta repetir la dosis en 10 minutos.
  • Solicitar ayuda, acudiendo a urgencias inmediatamente o llamar al 112

Si ocurre en medio hospitalario además de la administración de adrenalina, se monitorizará al pacientes, se administrará oxígeno y se canalizarán dos vías venosas para la administración de fluidos y de medicación.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de la anafilaxia?

Las causas más habituales de la anafilaxia son los medicamentos, los alimentos, las picaduras de abejas y avispas y la exposición a látex.

En los adultos, la principal causa son los medicamentos como las penicilinas, seguidos por los antiinflamatorios. El segundo lugar lo ocupan los alimentos, entre los cuales destacan las frutas como el melocotón, los frutos secos y el marisco.

En los niños, el desencadenante más común son alimentos como el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado y el marisco.

¿Cómo se manifiesta la anafilaxia?

Para que una reacción alérgica pueda ser considerada una anafilaxia, ha de afectar a dos o más sistemas del organismo, tal y como se enumera a continuación. Los síntomas aparecen rápidamente y la duración puede ser variable.

La piel es el órgano más frecuentemente afectado en la anafilaxia. Los síntomas más típicos son:

  • El picor, que muchas veces se inicia en las palmas de las manos o en las plantas de los pies; en el conducto auditivo o en los genitales, y que luego se puede generalizar.
  • El calor, que ocasionalmente los pacientes describen como un sofoco.
  • El enrojecimiento de la piel.
  • La urticaria, que se caracteriza por habones (sobreelevación de la piel, de tamaño y forma variable, que puede tener un color pálido o rosado-rojizo) que producen picor.
  • La hinchazón de los párpados, los labios, la cara, los genitales u otras partes del cuerpo, cuando se afecta el tejido subcutáneo.

También puede afectar a las vías respiratorias superiores como nariz y faringe, así como las vías respiratorias inferiores como los pulmones.

Un sistema que también puede estar involucrado en las reacciones de anafilaxia es el sistema digestivo. Los síntomas que se producen son náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarreas.

La anafilaxia más grave se produce cuando ésta afecta el sistema cardiovascular, que es lo que se conoce como choque anafiláctico. Se puede producir bajada de la presión arterial, taquicardia con la sensación de palpitaciones, o síntomas neurológicos secundarios a la disminución del riesgo sanguíneo, como mareo o pérdida de conocimiento.

Los episodios de anafilaxia mortales se producen por afectación respiratoria grave con edema de laringe o broncospasmo intenso, o bien por afectación cardiovascular con parada cardíaca.

¿Cómo se diagnostica la anafilaxia?

Hemos comentado previamente que para diagnosticar una anafilaxia es preciso que afecta al menos a dos sistemas. Generalmente afecta a la piel y se asocia con afectación de otro sistema, como la presencia de síntomas respiratorios, cardiovasculares o digestivos, pero también puede afectar a otros sistemas sin asociarse con manifestaciones cutáneas.

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Anafilaxia. Guía para pacientes.

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¿Qué hacer después de una anafilaxia?

Remitirlo al alergólogo para que elabore una historia clínica muy minuciosa con la colaboración del paciente para valorar toda las sustancias y circunstancias a las que ha estado expuesto el paciente en los momentos previos a la anafilaxia, para valorar el agente causal.

Cuando el alergólogo haya finalizado el estudio, deberá redactar un informe para el paciente, indicándole a qué es alérgico, qué debe evitar y qué debe hacer si presenta una nueva reacción. Es importante que se realicen copias de este informe y que se remitan a los médicos que visitan al paciente. Conviene que el paciente guarde siempre consigo el documento original.

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