¿Con qué frecuencia se presenta la alergia a frutas y verduras?
Los vegetales son alimentos de bastante consumo entre la población y pueden ser responsables, en parte, de la sensibilización alérgica en la población. Además, un factor importante para la sensibilización a vegetales es la zona geográfica donde se habita, por dos motivos: por los hábitos alimenticios de la población y por los diferentes pólenes que existen, porque hay una gran reactividad cruzada entre alergia a pólenes y vegetales y estos pólenes marcan a qué proteínas o alérgenos se sensibilizan los pacientes y que tipo de síntomas clínicos manifiestan. Por estas circunstancias, la alergia a frutas es la causa más frecuente de alergia a alimentos en la población mayor de 5 años.
El melocotón, perteneciente a la familia de las rosáceas, es la fruta que con más frecuencia causa alergia.
En la mayoría de los pacientes es la primera rosácea que induce reacciones alérgicas, y es raro observar alergia a una fruta de esta familia sin que exista alergia al melocotón. La manzana, la pera, la cereza, el albaricoque, la ciruela, la nectarina, la fresa, la zarzamora, la almendra, el membrillo, son frutas que pertenecen a la familia de las rosáceas. Otras frutas implicadas frecuentemente en fenómenos de alergia son el kiwi, el mango, la piña, el melón, la sandía, el aguacate o la uva.
Entre las verduras que más frecuentemente causan alergia destacan la lechuga, zanahoria, apio, col, berenjena o pimiento. También se deben tener en cuenta las especias, que cada vez más se utilizan en la elaboración de comidas. Sobre todo las personas que las manipulan más para la elaboración de alimentos.
¿Que proteínas pueden producir alergia en los vegetales?
Ya hemos dicho anteriormente que existe reactividad cruzada entre alergia a pólenes y vegetales. Un grupo de estas proteínas que producen reactividad cruzada son las profilinas, que forman el citoesqueleto de las plantas, y son comunes también a las frutas y verduras. Cuando se produce alergia a estas proteínas, las reacciones alérgicas suelen estar localizadas en la zona de ingesta que es la boca y faringe, sin llegar a ser graves.
Otras proteínas capaces de provocar reacciones son el grupo de proteínas de defensa vegetal localizadas sobre todo en la superficie de la piel para la defensa frente a microorganismos.
Podemos destacar:
- Las proteínas pertenecientes al Grupo 10. La sensibilización a estos alérgenos se produce de forma inicial por vía respiratoria al polen implicado, y secundariamente aparecen los síntomas orales con el vegetal.
- Las proteínas de transferencia de lípidos (llamadas LTP). Son resistentes a las enzimas digestivas y al aumento de temperatura. Y por ello tienen capacidad de sensibilizar directamente por vía digestiva mostrando síntomas importantes. Entre ellas están las frutas rosáceas.
- Las quitinasas son alérgenos asociados al síndrome látex-frutas. Son pacientes alérgicos al látex y a determinadas frutas como el plátano, el aguacate, la castaña y el kiwi.
¿Qué síntomas son los más frecuentes?
La forma clínica de presentación más característica con las ingesta de vegetales corresponde a manifestaciones locales consistentes en picor oral, faríngeo y en oídos, conocido con el nombre de síndrome de alergia oral (SAO). Las frutas asociadas a este síndrome pertenecen principalmente a la familia de las rosáceas.
También puede aparecer enrojecimiento en labios, alrededor de la boca, e hinchazón de labios y lengua, que se conoce como angioedema oral. Estos síntomas aparecen de forma inmediata, antes de los 15 minutos de la ingestión del alimento.
En la piel pueden aparecer manchas rojas, tipo ronchas, asociadas a picor o dermatitis por el contacto con el vegetal, como es el caso de algunas hortalizas, como la berenjena o el calabacín, que por su contenido de histamina pueden provocar además dermatitis de contacto en los que las manipulan.
Y también en ocasiones pueden aparecer cuadros de anafilaxia, y son las reacciones alérgicas más graves.
Existen factores o situaciones que pueden cambiar la sintomatología del paciente provocando en general una aparición o agravamiento de los síntomas, como el consumo de alcohol, la ingesta de antiinflamatorios o la realización de ejercicio. La anafilaxia inducida por ejercicio y asociada a alimentos es una forma de anafilaxia que ocurre sólo cuando el paciente hace ejercicio inmediatamente, o hasta 4 horas después de la ingesta de un alimento; si no realiza ejercicio el paciente puede tolerar perfectamente el alimento.
En cuanto a la sintomatología clínica respiratoria, como rinitis o asma, no es habitual en este tipo de alimentos.
¿Cómo se diagnostica la alergia a vegetales?
Como siempre se debe comenzar por realizar una historia clínica preguntando por los hábitos alimenticios y que alimentos coinciden en la ingesta en las horas previas a la reacción descrita, así como los factores asociados en ese momento, esfuerzo, ingesta de fármacos, etc.
A continuación se realizan las pruebas alérgicas con los alimentos que pueden haber sido los desencadenantes, junto con pruebas para pólenes de la zona geográfica donde reside el paciente y pruebas con panalergenos, proteínas comunes a diferentes vegetales, por el mecanismo de reactividad cruzada que existe entre los pólenes y vegetales.
Hay que tener en cuenta que son frecuentes falsos positivos, es decir que las pruebas cutáneas sean positivas y el paciente pueda tolerar el alimento, debido a proteínas comunes que tienen con otros alimentos o pólenes. Para ello, pueden ser necesarias pruebas de tolerancia oral con el alimento en la consulta de alergia hospitalaria y si el paciente tolera el alimento no debe evitarse de su dieta habitual.
Existe grupos de alimentos como las rosáceas, que el paciente puede estar sensibilizado a una proteína de defensa (LTP) como hemos descrito previamente y si la intensidad de la alergia no es muy intensa, puede tolerar este grupo de alimentos, habiendo pelado y lavado previamente esta fruta, dado que la proteína alérgica se encuentra mayoritariamente en al piel.
¿Cuál es el tratamiento de la alergia a vegetales?
El tratamiento de la alergia alimentaria a vegetales se basa en la eliminación del alimento responsable de la dieta diaria (Ver recomendaciones de alergia a vegetales).
No deben eliminarse de la dieta aquellos alimentos que causan sensibilización, es decir, pruebas cutáneas positivas, pero que no provocan síntomas, y hay que seguir las recomendaciones precisas para cada caso del médico especialista.
Se recomienda no hacer dietas restrictivas para prevenir la alergia frente a alimentos vegetales en mujeres embarazadas (a no ser que se sea alérgica a ellos), ya que esto podría suponer un déficit nutricional para la madre y el feto, a la vez que se podría complicar la evolución natural del embarazo.
Existe en el mercado una inmunoterapia sublingual para piel de melocotón. Todavía es muy cara y estaría indicada en pacientes que trabajan con estas frutas o que presenta síntomas importantes con la exposición a melocotón como asma al entrar en una frutería, que suelen ser pocos casos.
También en los pacientes que presentan alergia a frutas por reactividad cruzada, en el síndrome polen-frutas, los alérgenos alimentarios responsables comparten partes comunes con los pólenes, y a veces la inmunoterapia con el polen implicado en los síntomas respiratorios, podría mejorar los síntomas alérgicos provocados por el alimento.
Las frutas y las verduras se incluyen entre los alimentos que producen alergias más permanentes y difíciles de desaparecer, sobre todo si se han iniciado en la edad adulta.