Recomendaciones para pacientes alérgicos a animales
Retirar el animal del hogar si es posible.
El mejor método para reducir la exposición de alérgenos animales consiste en la retirada del animal del hogar o lugares donde los haya. Además, se debe practicar una limpieza exhaustiva de la vivienda, de los muebles tapizados, alfombras y otros reservorios, debido a que los alérgenos de la caspa pueden permanecer en la vivienda en concentraciones elevadas incluso hasta seis meses después de retirar el animal, especialmente en el caso del gato.
Es peor una exposición mantenida en casa que desarrolla síntomas más graves y permanentes, que una exposición intermitente en casa de amigos o familiares. Los familiares y amigos que tienen animales deben conocer la alergia del paciente y abstenerse de llevar el animal a su casa.
Debería evitarse, en la medida de lo posible, la exposición indirecta a los animales, y no ir a lugares donde pudiera haberlos. En el caso de los colegios, se debería prohibir la presencia de animales en las clases. Sería recomendable que los alumnos que conviven con mascotas llevaran ropa que no haya estado en contacto con éstas. Si las personas que conviven con el paciente trabajan con animales o han estado en contacto con ellos, como por ejemplo, montando a caballo, deberían cambiarse la ropa y ducharse antes de volver a casa.
Si no es posible retirar el animal.
Si el paciente decide no retirar la mascota, se le pueden aconsejar una serie de medidas encaminadas a disminuir la cantidad de alérgenos producidos por el animal y su concentración en el medio ambiente:
- Debe evitar tocar al animal y procurar lavarse las manos después de hacerlo y si lo tiene encima llevar un guardapolvo para quitárselo después.
- Prohibir que acceda al dormitorio y menos que duerma allí.
- Las camas y cojines para los animales deberían limpiarse regularmente y estar ubicados en una zona apartada; prohibirles que se sienten en los sofás y lugares habituales de estancia del paciente.
- Conviene ventilar la vivienda a menudo, y pueden utilizarse sistemas de purificación de aire que contengan filtros de alta eficiencia HEPA.
- Realizar una limpieza minuciosa de la vivienda con aspiradoras con filtros HEPA sobre todo en colchones, almohadas, muebles tapizados y cortinas, donde se depositan más los alérgenos de animales.
- A los perros y gatos se les debe bañar al menos una vez por semana para reducir la cantidad de alérgeno acumulado en la caspa, y aplicar sustancias químicas que arrastran las escamas sueltas (como Vitroderm). Es preferible que lo realice una persona no alérgica.
- Lavar la ropa que haya estado en contacto con los animales.
- Frotar regularmente a la mascota, de 2 a 4 veces por semana, con una toalla húmeda.
Estas medidas reducen la cantidad de alérgeno pero no eliminan del todo los síntomas ni sustituyen la conveniencia de retirar el animal de la vivienda. En estos casos que persistan los síntomas y se esté expuesto de forma habitual a un animal al que se es alérgico se podría valorar la administración de inmunoterapia si se dispone de ella.