Recomendaciones para niños asmáticos en la escuela.
Reúnase con profesores, enfermeros y personal del colegio que crea que corresponda para informarles sobre la condición de su hijo y sus necesidades especiales.
Enseñe al personal de la escuela cuáles son los medicamentos para el asma que su hijo toma y cómo ayudarle durante una crisis asmática.
Solicite al personal del colegio que traten a su hijo «normalmente» mientras el asma está bajo control.
Antes de empezar una clase de educación física, informe al maestro o entrenador si el niño tiene asma inducida por el ejercicio. En esta circunstancia deberá inhalar 10 minutos antes un broncodilatador de acción corta.
Revise la calidad del aire del interior, los alérgenos e irritantes que pueda haber en la escuela.
Tome medidas para prevenir que los síntomas del asma se presenten ya que podrían dificultar el nivel de energía de su hijo.
Asegure el bienestar emocional de su hijo afirmando que el asma no tiene que hacerle inferior o diferente del resto de los niños.
El control del asma en el hijo a lo largo de los años.
Es muy importante ser sincero con su hijo sobre su enfermedad, la gravedad de la misma y el uso de los medicamentos. Siempre recuerde, a medida que su hijo crece, que la independencia es un objetivo importante para un hijo. Ellos no quieren ser diferentes, pero necesitarán consejo y supervisión sobre cualquier restricción que puedan tener.
Niños que empiezan a caminar.
Los niños en esta edad dependen completamente de los padres. Poco entienden sobre la enfermedad. El factor más importante con este grupo de edad es tratar de hacer que la hora de tomar el medicamento sea divertida, mientras se enfatiza sobre la importancia de tomar los medicamentos.
Permítales ayudar en cualquier forma posible.
Niños en edad escolar
Este grupo tiene una mayor capacidad para entender su enfermedad y su impacto. Se les debe enseñar acerca de sus medicamentos, cómo limitar el ejercicio y cómo evitar los desencadenantes del asma. Se les debe permitir jugar con los compañeros y vigilar sus propios síntomas.
Adolescentes.
Generalmente, los adolescentes se resisten a tener que tomar medicamentos crónicos, no les gusta tener restricciones en su vida y no quieren ser diferentes. Es crucial involucrar a su hijo o hija adolescente en cada aspecto del control de su asma. Ellos deben ayudar a establecer la meta y ayudar a decidir qué medicamentos funcionan mejor en su caso. Se les puede dar un «contrato» de asma para que puedan tener cierto control de su asma, aunque permitiendo la supervisión general de su condición por parte de sus padres.
Tener asma no significa divertirse menos que otros adolescentes. Es importante para su hijo adolescente decirles a sus amigos y parejas en sus citas qué elementos desencadenan el asma, tales como el humo del tabaco o incluso perfumes o lociones para después del afeitado, dependiendo de su sensibilidad. Además, su hijo adolescente debe seguir tomando el medicamento para el asma como le indicaron.
Si el adolescente padece asma inducida por el ejercicio, puede que necesite tomar su medicina preventiva antes de participar en cualquier actividad física, como bailar.