Normas de evitación de ácaros del polvo

Recomendaciones para los ácaros del polvo

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Distinguimos dos tipos de medidas para reducir la exposición a los ácaros del polvo y sus partículas.

Medidas muy eficaces:

  • Es conveniente que su dormitorio no tenga humedad (reparar los problemas de humedad que se detecten) y esté bien ventilado.
  • Reducir la humedad relativa en toda la casa, o al menos en el dormitorio, por debajo del 50% (utilizando un deshumidificador si es preciso).
  • No permanecerá en lugares cerrados y poco ventilados (desvanes, sótanos) y en caso de cambio de domicilio (vacaciones, traslado), antes de la llegada del paciente, es aconsejable una exhaustiva limpieza y ventilación del mismo.
  • Contendrá pocos muebles y objetos, siendo preferibles los lavables (superficies lisas, fornica, metálicos, etc.).
  • Es especialmente perjudicial la presencia de libros, figuritas, muñecos de peluche (reducir a 2 ó 3 y mantenerlos alejados de la cama y lavarlos una vez al mes, pudiendo colocarlos en una secadora durante 20 minutos), alfombras o moquetas, y las cortinas es preferible que sean ligeras.
  • Las cortinas, sábanas y mantas (acrílicas) se lavarán con frecuencia y con temperatura alta, ya sea en el lavado o en el secado, por encima de 50º C.
  • Utilizar fundas antiácaros en el colchón y almohada (deben aspirarse durante 10 minutos una vez al mes y exponerlos al sol durante 30 minutos dos veces al año).
  • Antes de usar la ropa que ha estado guardada desde el año anterior (fundamentalmente abrigos, chaquetones, jerséis, etc), deben ventilarse exhaustivamente.
  • Los armarios estarán cerrados y en caso de dormir en litera, el paciente estará en la superior. No es aconsejable dormir en un sofá o sillón.
  • No es recomendable que el paciente esté presente mientras se realice la limpieza de su dormitorio y/o domicilio.

Medidas de eficacia intermedia:

  • La limpieza de su habitación se hará con aspiradora con filtros HEPA, ya que no es conveniente levantar polvo (escobas, plumeros). Empleará paños húmedos en la limpieza de ventanas, puertas, etc.
  • La utilización de acaricidas o aire acondicionado.
  • Es preferible la calefacción eléctrica o central. Cambiar los filtros cada mes. Tapar las salidas de calefacción con filtros especiales o estopilla de un grosor de diez, que atrapará el polvo y cambiarla cuando la vea cubierta de polvo.

Ver alergia a ácaros del polvo