Semana Mundial de la Alergia, promovida por la Organización Mundial de Alergia, (W.A.O.) y la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Durante la Semana Mundial de la Alergia (desde el día 4 al 10 de abril), se está realizando especial hincapié en la adaptación de las plantas al cambio climático y las consecuencias que pueden producirse en los pacientes alérgicos al polen.
Relación entre los síntomas alérgicos por pólenes y el cambio climático:
El cambio climático está alterando los ciclos de polinización de las plantas. Estudios recientes sugieren que el aumento en las temperaturas y en los niveles de dióxido de carbono, las partículas diésel producidas por los vehículos y las calefacciones crean un ambiente hostil para las plantas que generan más polen con proteínas de estrés como mecanismo de defensa y aumentan la alergenicidad (la capacidad de producir alergia en el paciente).
Estas proteínas de estrés de los pólenes hacen que en las ciudades donde hay menos polen que en el campo, se desarrollen más casos de alergia de los que deberían existir.
«Las partículas diésel producidas por vehículos y calefacciones aumentan los casos de alergia.»
El cambio climático ha constatado un aumento de la temperatura en la Tierra de casi un grado a nivel global en los últimos cien años. El aumento de la temperatura ha provocado modificaciones en el comportamiento de las plantas, que adelantan el inicio y retrasan el final del período de floración, con lo que se amplía la duración del período de polinización. Por lo tanto, nos encontramos expuestos con mayor intensidad a los pólenes que producen alergia.
Por ejemplo, se ha observado que la polinización se ha anticipado en determinados árboles como cipreses, o los plátanos de sombra plantados en las ciudades.
Determinadas malezas, por ejemplo, las Chenopodeaceas como la Salsola, crecen más intensamente y durante más tiempo hasta el mes de octubre, debido a los periodos de temperatura más templados y duraderos después del verano y al aumento de la salinidad del terreno por la sequía.
«Durante la primavera los pólenes de gramíneas persisten mayor tiempo en la atmósfera al aumentar las temperaturas medias durante mayor tiempo.»
Otro ejemplo lo encontramos en Estados Unidos donde se ha observado que el periodo de polinización de la Ambrosia se está prolongando hasta finales de otoño y también se ha incrementado la cantidad de polen en el aire de esta Asterácea.
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